EL HOMBRE Y SUS SIMBOLOS
por Carl G. Jung
La Importancia de los sueños
Carl G. Jung diferencia a los signos de los símbolos.
El hombre produce símbolos inconsciente y espontáneamente en forma de sueños. Cuando nuestros sentidos reaccionan ante fenómenos reales, visuales ó sonoros son trasladados en cierto modo desde el reino de la realidad al de la mente. Dentro de la mente se convierten en sucesos psíquicos.
Hay ciertos suceso de los que no nos damos cuenta conscientemente, han permanecido bajo el umbral de la consciencia. Han ocurrido pero han sido absorbidos subliminalmente, sin nuestro conocimiento consciente, y nos damos cuenta de ellos en un momento de intuición, ó pensamiento profundo, que conduce a una posterior comprensión ó reflexión tardía. Estos pueden aparecer en forma de sueños, donde aparece no como pensamiento racional, sino como una imagen simbólica.
Carl G! Jung descubrió que el simbolismo de los sueños no es el único punto de partida para la utilización de la técnica de "asociación libre" (relacionar los símbolos del sueño con la variedad de los síntomas físicos de la neurosis), sino que se puede partir de sucesos triviales, letras líricas, conversación casual, etc.
"Misoneísmo": miedo a lo nuevo y desconocido.
Pasado y futuro del inconsciente
Dos puntos fundamentales al tratar los sueños son:
1) El sueño ha de tratarse como un hecho acerca del cuál no deben hacerse suposiciones previas, salvo que el sueño tenga sentido.
2) El sueño es una expresión específica del inconsciente.
El olvido: es un proceso normal en el que ciertas ideas conscientes pierden su energía específica, porque la atención se desvió. Las ideas olvidadas no han dejado de existir, están presentes en un estado subliminal. Es necesario olvidar con el fin de dejar espacio en nuestra mente consciente para ideas nuevas.
Percepción subliminal: cuando algo (objetos, olores, imágenes, sucesos) me recuerda aquello que ha pasado hace tiempo (infancia), y estaban "olvidados" en mí, me lo trae al presente. El material subliminal del que pueden producirse espontáneamente los símbolos de nuestros sueños pueden constar de: deseos, impulsos, intuiciones, pensamientos, conclusiones, deducciones, sentimientos, etc.
La Función de los sueños.
En los sueños se desarrollan originariamente la mayoría de los símbolos.
Las imágenes producidas en sueños son más pintorescas y vivaces que los conceptos y experiencias que son su contrapartida cuando se está despierto (tales conceptos pueden expresar su significado inconsciente)
La función general de los sueños es intentar restablecer nuestro equilibrio psicológico. Eso es el papel complementario o compensador, de los sueños en nuestra organización psíquica.
El hombre primitivo estaba mucho más gobernado por sus instintos.
Es imposible estar seguro de hasta que punto pueden clasificarse los sueños y sus símbolos.
El análisis de los sueños.
El signo es siempre menor que el concepto que representa, mientras que un símbolo siempre representa algo más que su significado evidente e inmediato. Los símbolos son productos naturales y espontáneos.
Hay muchos símbolos que no son individuales sino colectivos en su naturaleza y origen. Son principalmente imágenes religiosas, son representaciones colectivas emanadas de los sueños de edades primitivas y de fantasías creadoras (invenciones intencionadas).
El Problema de los tipos.
La psicología nos enfrenta con las relaciones vivas entre dos individuos, ninguno de los cuales puede ser despojado de personalidad subjetiva ni despersonalizado de cualquier otra forma.
Una sociedad sana y normal es aquella en que la gente está habitualmente en desacuerdo, porque un acuerdo general es relativamente raro fuera de la esfera de las cualidades humanas instintivas, este desacuedo funciona como un vehículo de la vida mental en sociedad, pero no es una meta. La psicología depende básicamente del equilibrio de opuestos (personalidad extravertida y introvertida).
Todo análisis profundo de un sueño lleva a la confrontación de dos individuos, será muy distinto si sus tipos de actitud son lo mismo, o no lo son, ya que pueden seguir adentra con toda felicidad ó chocar de plano, en especial cuando desconocen su tipo de personalidad ó cuando están convencidos de que el suyo es el único tipo justo.
El enmascaramiento es la forma natural que adoptan todos los impulsos en el inconsciente. Un sueño no puede producir un pensamiento definido, si comienza a hacerlo, deja de ser un sueño porque traspasa el umbral de la consciencia.
El arquetipo en el simbolismo onírico.
Los sueños sirven de compensación.
Freud llamaba remanente arcaicos a los elementos que no son individuales y que no pueden derivarse de la experiencia personal del soñante, es decir, formas mentales cuya presencia no puede explicarse con nada de la propia vida del individuo y que parecen ser formas aborígenes, innatas y heredadas por la mente humana, aunque para Jung estos remanente arcaicos o representaciones no son hereditarias.
El arquetipo es una tendencia a formar representaciones de un motivo, representaciones que pueden variar muchísimo en detalle sin perder su modelo básico (ej.:hostilidad entre hermanos).
Relaciones entre instintos y arquetipos.
Los instintos son necesidades fisiológicas y son percibidas por los sentidos, pero al mismo tiempo también se manifiestan en fantasías, y con frecuencia revelan su presencia solo por medio de imágenes simbólicas.
La figura del héroe es un arquetipo que ha existido desde tiempos inmemorables, a semejanza de los instintos, los modelos de pensamiento colectivo de la mente humana son innatos y heredados.
Las formas arquetípicas no son precisamente modelos estáticos, son factores dinámicos que se manifiestan en impulsos, tan espontáneamente como los instintos.
Los arquetipos crean mitos, religiones y filosofías que influyen y caracterizan a naciones enteras.
El alma humana.
La consciencia civilizada se ha ido separando de sus instintos básicos, pero esos instintos no han desaparecido, simplemente han perdido su contacto con nuestra consciencia y se han visto obligados a hacerse valer mediante una forma indirecta (Ej.: síntomas físicos, raptos de mal humor, olvidos inesperados, equivocaciones al hablar, etc.).
El papel de los símbolos.
Los símbolos se pueden diferenciar entre naturales y culturales.
Los naturales se derivan de los contenidos inconscientes de la psique y representan un número enorme de variaciones en las imágenes arquetípicas esenciales.
Los símbolos culturales son los que se han empleado para expresar verdades eternas, estas pasaron por muchísimas transformaciones y se convirtieron en imágenes colectivas aceptadas por las sociedades civilizadas.
Los símbolos son intentos naturales para reconciliar y unir los opuestos dentro de la psique.
El inconsciente es un fenómeno natural que produce símbolos que tiene significado.
Los mitos antiguos y el hombre moderno.
Los símbolos eternos.
Jung dice que existe una relación entre los modelos simbólicos antiguos ( griegos, indios americanos, etc.) y nuestra actitud respecto a los héroes a los sucesos dramáticos de hoy día. Estos no han perdido su importancia.
Las analogías entre los mitos antiguos y las historias que aparecen en los sueños de los pacientes modernos no son triviales ni accidentales, dependemos de los mensajes que transmiten tales símbolos y nuestras actitudes y nuestra conducta están profundamente influidas por ellos.
Héroes y creadores de héroes.
El mito del héroe es el más común y mejor conocido del mundo, también aparece en nuestro sueños, tiene un evidente atractivo dramático y una importancia psicológica menos obvio pero profunda.
La función esencial del mito del héroe es desarrollar la consciencia del ego individual (o sea que se de cuenta de su propia fuerza y debilidad).
Cuando ya el individuo haya superado la prueba inicial y pueda entrar en la fase madura de la vida, el mito del héroe perderá su importancia. La muerte simbólica del héroe se convierte en el alcanzamiento de la madurez.
La imagen del héroe evoluciona de una manera que refleja cada etapa de la evolución de la personalidad humana.
Henderson habla de cuatro etapas del héroe:
1.- Ciclo Trickster (granuja): período de vida más primitivo y menos desarrollado.
2.- Ciclo Hare (liebre): transformación a un ser sociable, corrige las ansias instintivas infantiles.
3.- Ciclo Red Horn (Cuerno rojo)
4.- Ciclo Twin (gemelos)
El ciclo 3 y 4 son elementos de sacrificio.
Como regla general, la necesidad de símbolos de héroes surge cuando el ego necesita fortalecer, es decir, cuando la mente consciente necesita ayuda en alguna tarea que no puede realizar sola.
La tarea del héroe tiene un objetivo que sobrepasa el ajuste biológico y marital: es liberar al ánima como a ese componente íntimo de la psique que es necesario para toda obra verdaderamente creadora.
El Arquetipo de Iniciación
En las sociedades primitivas existían ritos de iniciación, por los cuáles a los jóvenes varones y hembras se le acostumbran a separarse de sus padres y se les fuerza a convertirse en miembros de la tribu.
En la iniciación se pide al novicio que abandone toda ambición intencionada y todo deseo y se someta a la prueba, tiene que estar dispuesto a sufrir esa prueba sin esperanza de triunfo, de hecho tiene que estar dispuesto a morir, y aunque la señal representativa de esa prueba puede ser moderada ó muy dolorosa, la intención es siempre la misma: crear la sensación simbólica de la muerte, de la que surgirá la sensación simbólica del renacimiento.
La iniciación es un proceso que comienza con un rito de sumisión, continúa con un período de contención, y luego, con otro rito de liberación. De esta forma el individuo puede reconciliar los elementos en conflicto de su personalidad: puede conseguir un equilibrio que hace de él un ser verdaderamente humano y verdaderamente dueño de sí mismo.
Símbolos de trascendencia.
Los símbolos que influyen en el hombre varían en su finalidad. La finalidad esencial de la iniciación reside en dominar la originaria ferocidad, análoga a la de Trickster de la naturaleza juvenil. Tiene un propósito civilizador o espiritual, a pesar de la violencia de los ritos que se requieren para poner en marcha ese proceso.
Los símbolos de trascendencia se representan en la lucha del hombre por alcanzar esa finalidad, proporcionan los medios por lo cuales los contenidos del inconsciente pueden entrar en la mente consciente y también son una expresión activa de esos contenidos.
El proceso de individuación
El modelo de desarrollo psíquico.
El proceso de individuación es un modelo que en todos los soñantes parece seguir un orden.
El "si-mismo" es el centro interior, organizador y fuente de imágenes oníricas. Se lo describe como la totalidad de la psique, para distinguirlo del ego.
El "si-mismo" puede definirse como un factor de guía interior. Puede captarse sólo mediante la investigación de nuestros propios sueños.
Hasta donde se desarrolla depende si el ego está dispuesto o nó lo está a escuchar el mensaje del "sí-mismo".
La realización de la unicidad del hombre individual es la meta del proceso de individuación. Desde cierto punto de vista, este proceso se produce en el hombre por sí mismo y en el inconsciente; es un proceso por el cual el hombre vive su innata naturaleza humana.
Este proceso es real sólo si el individuo se da cuenta de él y lleva a cabo conscientemente una conexión viva con él.
Cada uno de nosotros tiene una tarea única de autorrealización. Cada persona tiene que hacer algo diferente, algo que es únicamente suyo.
El primer acercamiento al inconsciente.
La niñez es un período de gran intensidad emotiva y sus primeros sueños con frecuencia manifiestan en forma simbólica la estructura básica de la psique, indicando como moldeará posteriormente el destino del individuo.
Percepción de las sombra.
Por medio de los sueños podemos entrar en conocimiento de los aspectos de nuestra personalidad, que por diversas razones hemos preferido no contemplar muy de cerca (percepción de la sombra).
En los sueños esa sombra aparece en forma personificada. Esto representa cualidades e impulsos que niega en sí mismo, pero que se puede ver claramente en otras personas (negligencia, cobardía, apetito desordenado de dinero, etc.)
En los sueños y en los mitos, la sombra aparece como una persona del mismo sexo que el soñante.
La sombra contiene generalmente valores necesitados por la consciencia, pero que existen en una forma que hace difícil integrarlas en nuestra vida.
Cuando la gente observa sus propias tendencias inconscientes en otras personas, se lo llama proyección.
La función de la sombra es representar el lado opuesto del ego e incorporar esas cualidades que nos desagradan en otras personas.
La relación con el si mismo.
Dos razones por las que el hombre pierde contacto con el centro regulador (si-mismo) de su alma.
1. Cierta tendencia instintiva única o imagen emotiva puede llevarle a una unilateralidad que le hace perder su equilibrio. Otra amenaza para el equilibrio interior procede del exceso de soñar despierto que, en forma secreta, generalmente gira entorno a determinados complejos, de esta manera amenaza la concentración y continuidad de su conciencia.
2. Lo opuesto, se debe a una superconsolidación de la consciencia delego.
Aspecto social del si-mismo.
Los sueños muestran al soñante como cada detalle de su vida está entretejido con las realidades más importantes.
Si se escucha al inconsciente y se le obedece, serán de esperar constantes interferencias en los planes conscientes. La voluntad se cruzará con otras intenciones a las que habrá que someterse, ó en todo caso, habrá que considerar seriamente. Esa es la causa de que la obligación unida al proceso de individuación se considere con tanta frecuencia una carga más.
Cuando una persona trata de obedecer al inconsciente, con frecuencia le será imposible hacer lo que quiera. Muchas veces le será imposible hacer lo que otras personas quiere que haga.
El simbolismo en las artes visuales.
Símbolos Sagrados
La historia del simbolismo muestra que todo puede asumir significancia simbólica: los objetos naturales, ó cosas hechas por el hombre y también cosas abstractas.
El hombre es propenso a crear símbolos. Transforma inconscientemente los objetos o formas en símbolos dotándolos de gran importancia psicológica.
La pintura moderna como símbolo
La pintura imaginativa moderna (no figurativa), se toma como un fenómeno moderno de nuestro tiempo. El punto departida es el hecho psicológico de que el artista ha sido en todos los tiempo el instrumento y portavoz del espíritu de su época. Su obra solo puede ser entendida parcialmente en función de su psicología personal. El artista da forma a la naturaleza, y a los valores de su tiempo, que a su vez, le forma a él.
El arte de hoy en día incorpora la madurez espiritual hasta el extremo de la revelación. Las formas de esta incorporación puede situarse entre dos polos: Gran abstracción y gran realismo.