Una de las cosas que siempre me han llamado la atención han sido los sonidos místicos. Este hecho ha sido motivo de varios momentos de lectura y reflexión.
El sonido se transmite por medio de ondas en un medio que habitualmente suele ser el aire, aunque se puede transmitir también por otros medios como por ejemplo el agua u otros gases. Cuando algo se mueve crea una depresión es decir un desplazamiento de aire, esta depresión se va trasladando desde el foco emisor en todas direcciones atenuándose a medida que se aleja del foco. Un símil fácil de interpretar puede ser lo que pasa cuando se tira una piedra en medio de un estanque completamente en calma, la piedra hace mover el agua en forma de ondas que se van expandiendo a lo largo de todo el estanque.
Es nuestro oído el organo que capta esas depresiones, interpretándolo como un sonido en nuestro cerebro, pero sólo podemos percibir de esta manera las ondas que nos lleguen de objetos que se muevan repetidamente entre un rango determinado de velocidades, o dicho de otra manera que vibren entre un determinado rango de frecuencias. En el caso del oído humano este rango se encuentra entre los 16 ciclos por segundo y los 16000 ciclos por segundo ó, como se conoce en el mundo de la física, herzios; un piano por ejemplo, emite entre 24 y 4000 herzios, cuanto más baja sea la frecuencia de vibración del sonido, más grave será el sonido que oiremos, mientras que cuando sea más alta más agudo será.
Así pues, para que se establezca un sonido tiene que haber un foco vibrante, un medio por el que se transmita esa vibración y un receptor capaz de recibirla, y si como sabemos la vibración es energía, lo que estamos haciendo es transmitir y recibir energía a través de lo que se conoce como espacio tridimensional, produciéndose al transmitirla cambios tanto en el receptor como en el emisor, ya que la energía ni se destruye ni se crea, sino que se transforma.
En base a lo anteriormente expuesto, no es de extrañar que si alguien emite un sonido en unas condiciones determinadas, la materia pueda ser modificada, este concepto, aunque conocido por los antiguos desde hace mucho, podemos recordar por ejemplo la caida de los muros de Jericó por el tañir de las trompetas, empieza a ser estudidado de nuevo creándose nuevos e interesantes campos en la acústica y en el estudio de vibraciones, como por ejemplo el uso de ultrasonidos, sonidos con una frecuencia superior a la que puede captar el oído humano, para destruir las piedras del riñón, por ejemplo.
En el universo todo está en movimiento, incluso algo tan inmóvil como pueda parecer una barra de hierro se encuentra en contínuo movimiento a nivel molecular, y es que la vibración de los objetos en el universo depende de la forma, la masa, las fuerzas a las que estén sometidos y el material o materiales de que estén compuestos. Una cuerda tensada a una fuerza con una masa y de una longitud determinada cuando se le aplique energía vibrará a una frecuencia determinada y fija, y esta solamente variará a más aguda o más grave a medida que se vayan cambiando cualquiera de los parámetros antes mencionados. Por lo tanto no es de locos pensar que cualquier parte del cuerpo humano ya sean huesos, estomago, etc., posea su propia vibración fundamental que aparece como resultado de la conjunción de todos los elementos que componen ese cuerpo.
Una vez aclarado que todo cuerpo tiene una frecuencia fundamental, y que el sonido es una forma de energía en la que un emisor la envía a un receptor, me gustaría llamar la atención sobre un fenómeno vibracional conocido en la física como la resonancia, según este efecto cuando se le aplica una pequeña cantidad de energía a una frecuencia adecuada a un cuerpo todas las moleculas de éste empezarán a vibrar de una manera acelerada y cada vez más rápido, llegando en algunos casos a romper el cuerpo vibrante en caso de que ésta no sea lo suficientemente elástico como para aguantar ese estado de excitación. Como ejemplos de este fenómeno se puede mencionar el hecho de que algunos cantantes de opera hayan conseguido romper copas cantando algunas notas altas, o el que los soldados al pasar por un puente rompan filas para que la vibración que causan con su paso uniforme evite por alguna casualidad que haga entrar al puente en resonancia.
Una de las características principales que he observado en los sonidos místicos es que son emitidos por la voz, quizá algún instrumento puede ser utilizado como accesorio o ayuda, pero siempre bajo la acción del hombre, desde los inicios de la tierra y en la mayoría de las civilizaciones la voz como generadora de vida y materia ha tenido un papel importante, en el antiguo testamento la creación del mundo viene escrita como "y Dios dijo: que se haga la luz", para los cristianos en el evangelio de San Juan se dice "al principio era el Verbo", en los Vedas se puede leer: "al principio estaba Brahman, con el cual estaba la Palabra", Los indios Hopis creían que la Mujer Araña cantó sobre las formas inanimadas y les dió la vida. Pasa lo mismo con los mayas en el Popul Vuh y en muchas otras tradiciones. Los sonidos son sagrados y toda la humanidad entiende esto.
Así pues nos puede ser lícito pensar que este tipo de sonidos, no se limiten al rango de frecuencias audibles y es por ello necesario la participación activa del individuo para que el sonido se de en un rango de frecuencias mucho mayor emitidas por algún otro elemento de nuestro ser, hay que tener en cuenta que antes de que el sonido salga por los labios, este se ha de elaborar y con el mero hecho de pensar estamos emitiendo nuevas vibraciones.
Incluso podemos ir más lejos y pensar que el sonido místico se de en todos los planos de vibracionales y su manifestación en el plano material correspondiera a ese sonido. Es a modo de símil como si estuvieramos viendo la parte visible de un iceberg del cual sabemos que solo corresponde a una pequeña porción de éste en conjunto ya que la mayor parte se haya sumergida y fuera del alcance de nuestra vista. Así pues la importancia del sonido no es únicamente la frecuencia a la que emitamos este, sino la actitud mental que tengamos cuando lo estemos produciendo ya que está hará posible la manifestación del sonido en el resto de los planos de frecuencias superiores.
Tras todas las ideas anteriormente expuestas y haciendo uso de la analogía, me gustaría juntar las piezas del puzzle y tratar de hacer una hipótesis que sirva de base para comprender un poco como funciona este proceso:
Cuando un individuo emite un sonido místico, está emitiendo energía a ciertas frecuencias puntuales pertenecientes a los distintos planos de manifestación que van a provocar el efecto de resonancia en ciertas partes de estos planos. La manifestación en el plano material de estas energías consigue normalmente la estimulación de ciertas partes del cuerpo humano cada una de las cuales tiene una vibración característica, y es por ello que dependiendo del tipo de frecuencia emitida actue sobre una u otra de estas partes consiguiendo de esta manera provocar por medio de la transmisión de la energía el efecto deseado por el individuo. Así pues resumiendo, podemos decir que el sonido místico consta de vibración dentro del plano material, que es el sonido físico, más lo que podemos llamar la actitud mental, que podría abarcar la vibración en el resto de los planos de manifestación.
Vibraciones mántricas:
Gongs, Frecuencias y Cantos Gregorianos
El objetivo es trasladar la vibración del Gong a nuestra mente (Glandula Pineal), lo mismo pasa con los Mantras.
Distintos sonidos y vibraciones en los siguientes videos:
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MYSTICO es un nuevo concepto sonoro basado en 4 elementos musicales: Cantos Gregorianos, Piano, Opera y ritmos electrónicos. Objetivo: Activar la conciencia a través de la Glándula Pineal.
El uso de frecuencias en un ambiente tranquilo como pueden ser sesiones de meditación, el biofeedback, las técnicas de pranotherapy EFT y otras de introspección. Estas frecuencias, que tienen un poder extraordinario y beneficioso para la fisiología humana, se conocen como VITAL.
Para conocer la mecánica de la onda es saber el secreto de la naturaleza entera, una cita de Walter Russell que refleja una verdad absoluta.
Cuenco Tibetano y distorsiones de agua temporales, perfectamente simétrica.
La Tierra tiene PULSE, un latido del corazón si se quiere. Un nivel de vibración que históricamente ha sido de resonancia a 7.8Hz. Un dato importante es que recientemente se ha detectado un cambio en la resonancia: se ha elevado a 12 Hz. ¿Por qué? Pregunta para reflexión.
Gamma Wave 40Hz Frequency.
Rango de frecuencia 40 Hz Audio isochronic de onda sinusoidal pura de tono. Tiene el efecto de la sincronización de disparo de células en poblaciones de células en el cerebro humano.El arrastre neural es más efectivo sin el acompañamiento de sonidos que interrumpen la consistencia de la frecuencia. Se cree que para mejorar la concentración de frecuencias. 40 Hz potenciales auditivos evocados en el cerebro produce la actividad relacionada con la organización de la corteza auditiva, que se cree que es una frecuencia de resonancia que parece efecto de la corteza visual.
La naturaleza exacta de los mantras es una tema tan difícil de elucidar que he considerado mejor empezar a revisar el concepto en un contexto global, pues existen en el mundo unas cuantas comunicades en las que no ha llegado a arraigar nunca la creencia generalizada en los poderes de la creación y transformación del sonido.
La dotrina hingú relativa a la poderosa fuerza del "Shabda" (sonido sagrado), que algunas sectas enseñan incluso hoy día, posee un antiguo paralelismo con conceptos tales como el Logos, la Armonía de las Esferas y otros.
En los escritos de la Antigüedad existen numerosos párrafos curiosos que atribuyen un enorme o incluso supremo poder creador a la energía divina del sonido. En textos posteriores, esos párrafos se hacen más escasos; salvo entre determinadas sectas tántricas hindúes, retrocede la creencia de que fue una suprema energía sonora la que creó el universo; pero los restos de esa creencia o de otras análogas perviven en la atribución de un poder creador, transformador o destructor a fórmulas esótericas que van desde los mantras hasta los encantamientos mágicos.
La Liturgia Mitraica contenía fórmulas mágicas consideradas como "sonidos raíz" y que daban lugar a determinados poderes divinos. El término "sonidos raíz" tiene relación con los mantras-bijas hindúes y budistas, pues "bija" significa precisamente "semilla" o "raíz".
No es infrecuente encontrar personas que afirman que las palabras "amén" y "aleluya" poseen (o poseyeron en otros tiempos) un sentido mántrico. En la liturgia de la Iglesia ortodoxa griega, los términos cristianos mencionados aparecen bajo la forma de "arameen" o "ahmeen" y su uso es muy parecido al de los mantras. El caso de "aleluya" es bastante similar; como aparentemente no significa nada más que "Alabado sea Dios", el hecho de que siga conservándose en su forma original parece indicar que su eficacia va unida a su sonido y vibración.
En los últimos años, el interés por el uso hindú y budista de los mantras ha aumentado lo suficiente como para que el término sánscrito "mantra" pase a otros idiomas, aunque muchas veces la utilización que se ha hecho de él no ha sido del todo correcta. En términos correctos, y en contraposición a otras invocaciones sagradas, los mantras son series de silabas sagradas, cuya longitud varía entre una y varios miles de sílabas, y cuya eficacia no depende en absoluto de su significado verbal, aunque queda extraer de ellas algún tipo de significado, OM MANI PADME HUM constituye un buen ejemplo de mantra en el que todas las sílabas, salvo la primera y la última, poseen un significado verbal, que no da, sin embargo, más que una vaga idea acerca de su verdadera importancia.
El empleo de mantras o de otras fórmulas verbales a las que se considera dotadas de algún tipo de poder es característico de las prácticas religiosas inspiradas por doctrinas esencialmente místicas.
En mi opinión, puedo dar por sentado que existe una correspondencia entre el "shabda" y el sonido normal y corriente, por grande que sea la distancia que separe el uno del otro. Se trata probablemente de una correspondencia similar a la existencia entre el "pranavayu" y el aire que respiramos. Aunque el prana (la energía cósmica) penetra en el cuerpo a través de los poros y orificios nasales, el aire en sí no es nada más que el envoltorio y la contrapartida del prana. Mientras que, tanto sonido como el movimiento del aire tienen que ver con la física. Son sutil vibración y si el aire es el vehículo del prana, el sonido lo es del shabda.
La cualidad shábdica del mantra, así como el sonido, no es más que un símbolo de poder latente del mantra y aunque el mantra puede estar formado por sílabas carentes de significado conceptual, el pronunciarlas permite, sin embargo, al individuo conjurar instantáneamente en su mente las cualidades que ha aprendido a asociar con ellas.
Por tanto, resulta plausible pensar que la cualidad o poder shábdico reside no en el sonido real producido sino en el "sonido arquetípico que representa", pues en ese caso queda plenamente explicada la identidad efectiva de variantes mántricas tales como OM, UM, UNG, etc., y no únicamente en términos de fe ciega.
Concepto metafísco de Shabda.
Se dice que los maestros hindúes de yoga mántrico le atribuyen una enorme importancia a asegurarse la corrección del sonido y la vibración; la forma de pronunciar un mantra se mantiene secreto para los no iniciados, a los que se impide de ese modo utilizar su poder. Se enseña que el universo es "el juego del espíritu en el éter de la consciencia", y que el espíritu que emana de Dios se convierte en Sonido Sagrado, así como que la miríada de objetos que forman el universo no son sino creaciones del sonido o, mejor dicho, del shabda. Cabe además invocar el aspecto femenino (activo) de Dios a través del habla, mientras que el aspecto masculino (pasivo) solo es abordable por medio del silencio. La energía creativa de Dios da lugar al cuerpo sutil del sonido (shabda), que se convierte a su vez en onda que se puede oír. En cierto sentido, todo el universo procede de OM, de la totalidad de todos los sonidos.
Existen cuatro planos de shabda: el que no es ni sonido ni silencio, sino que trasciende a ambos; el que no se puede oír y ni tan siquiera imaginar, sino solo experimentar directamente en un estado yóguico de consciencia; el que puede imaginarse pero no oírse, manifestándose únicamente en los sueños y las visiones; y el que es habla o simple sonido. Por medio del mantra OM se puede pasar desde el cuarto plano hasta el primero. Todo ruido es por su naturaleza una trinidad de sonido, forma y percepción. Cada sílaba mántrica se corresponde plenamente con la idea que representa; de ahí que, mediante la enunciación correcta de la sílaba adecuada sin reflexión, pueda llegar uno a comprender la idea de planos ascendentes que llegan hasta el mismo Dios.
Autor: Raziel von Edler
Autor: Raziel von Edler
Bibliografía consultada:
-Vibrations, Applied Physics (Investigación universitaria de mi autoría)
-Physical principles of sound (Trabajo universitario de mi autoría)-Tantra, Philip Rawson
-Mantras, sacred words, J, Blofeld
-Lu K'uan-yü (consulta de textos chinos milenarios)
-Biblioteca Rosacruz
NOTA:
Artículo publicado-reseñado en la portada "El Diario de Gisella", jueves, nov, 24, 2011.
Mi más profundo agradecimiento a Gisella. Gracias.
-Biblioteca Rosacruz
NOTA:
Artículo publicado-reseñado en la portada "El Diario de Gisella", jueves, nov, 24, 2011.
Mi más profundo agradecimiento a Gisella. Gracias.