Anarquía significa sin líderes, no sin orden.
La anarquía tiene dos caras: La creadora y la destructora.
Así, los destructores derriban imperios; crean un lienzo de escombros sobre el que los creadores pueden pintar un mundo mejor.
Los símbolos tienen el valor que les da la gente, por sí solo un símbolo no significa nada.
Justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras, son ideales.
Nos dicen que recordemos los ideales, no al hombre, porque un hombre se puede acabar. Pueden detenerle, pueden matarle, pueden olvidarle, pero años más tarde sus ideales pueden seguir cambiando el mundo.
Los artistas mienten para decir la verdad mientras que los políticos mienten para ocultarla.
Este país necesita algo más que un parlamento, necesita esperanza.
Durante siglos, nuestros gobernantes han desobedecido la voz del pueblo, y ahora se dan cuenta de lo estrepitosa que puede ser.
El pueblo no debería temer a sus gobernantes, son los gobernantes los que deberían de temer al pueblo.
Una mente abierta puede cambiar el mundo. Debes ver, tras ver, atraverte a hacer.
Todos somos especiales. Todos somos héroes, amantes, locos, villanos, todos. Todos tenemos una historia que contar.
Dios está en la lluvia. Y yo parezco un santo cuando en realidad soy un diablo.
Me atrevo a hacer todo lo que es propio de un hombre, quién hace más, no lo es.
Al igual que Dios, ni juego al azar ni creo en la casualidad.
La coincidencia no existe, sólo la ilusión de la coincidencia.
¿Cuántas veces con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones piadosas engañamos al diablo mismo?
Cuando llevas tanto tiempo una máscara, olvidas lo que hay debajo
Naciste en esa, tu cárcel. Llevas tanto tiempo dentro que ya no crees en la libertad.
La felicidad es una cárcel, es la peor cárcel que hay.
Nada es seguro y todo es posible.
Nuestra integridad vale tan poco... pero es todo lo que tenemos, es el último centímetro que nos queda de nosotros. Si salvaguardamos ese centímetro, somos libres.
Ahora, ya no tienes miedo, eres completamente libre.
¡Libertad! ¡Para siempre!
La anarquía tiene dos caras: La creadora y la destructora.
Así, los destructores derriban imperios; crean un lienzo de escombros sobre el que los creadores pueden pintar un mundo mejor.
Los símbolos tienen el valor que les da la gente, por sí solo un símbolo no significa nada.
Justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras, son ideales.
Nos dicen que recordemos los ideales, no al hombre, porque un hombre se puede acabar. Pueden detenerle, pueden matarle, pueden olvidarle, pero años más tarde sus ideales pueden seguir cambiando el mundo.
Los artistas mienten para decir la verdad mientras que los políticos mienten para ocultarla.
Este país necesita algo más que un parlamento, necesita esperanza.
Durante siglos, nuestros gobernantes han desobedecido la voz del pueblo, y ahora se dan cuenta de lo estrepitosa que puede ser.
El pueblo no debería temer a sus gobernantes, son los gobernantes los que deberían de temer al pueblo.
Una mente abierta puede cambiar el mundo. Debes ver, tras ver, atraverte a hacer.
Todos somos especiales. Todos somos héroes, amantes, locos, villanos, todos. Todos tenemos una historia que contar.
Dios está en la lluvia. Y yo parezco un santo cuando en realidad soy un diablo.
Me atrevo a hacer todo lo que es propio de un hombre, quién hace más, no lo es.
Al igual que Dios, ni juego al azar ni creo en la casualidad.
La coincidencia no existe, sólo la ilusión de la coincidencia.
¿Cuántas veces con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones piadosas engañamos al diablo mismo?
Cuando llevas tanto tiempo una máscara, olvidas lo que hay debajo
Naciste en esa, tu cárcel. Llevas tanto tiempo dentro que ya no crees en la libertad.
La felicidad es una cárcel, es la peor cárcel que hay.
Nada es seguro y todo es posible.
Nuestra integridad vale tan poco... pero es todo lo que tenemos, es el último centímetro que nos queda de nosotros. Si salvaguardamos ese centímetro, somos libres.
Ahora, ya no tienes miedo, eres completamente libre.
¡Libertad! ¡Para siempre!